CUIDAR AL BEBE LAS 24 HORAS DEL DÍA
Los cuidados en los primeros meses del bebé
Llegar a casa con un bebé recién nacido provoca emociones ambivalentes.Por un lado, nos sentimos emocionadas por mostrarle el lugar que será su segunda casa.
Por otro, podemos sentir miedo e incertidumbre al pensar si seremos capaces de satisfacer sus necesidades por nuestra cuenta.
Es cierto que los padres no lo saben todo. Es un proceso que conlleva tiempo para conocer y entender a su pequeño, sobre todo si tomamos en cuenta que cada bebé es distinto. Sin embargo, a continuación te compartimos algunas pautas y consejos de cuidados en los primeros meses del bebé.
Evaluaciones médicas
Apenas nace, el bebé debe ser evaluado con el TEST APGAR en el que se valoran sus condiciones vitales. Se toman en cuenta elementos como la frecuencia cardíaca, el llanto o la respiración, el tono muscular, la respuesta a estímulos y el color del cuerpo. Dependiendo de los resultados, los médicos establecerán los cuidados necesarios para su desarrollo.
El primer día en casa
Salud y limpieza
Procura lavar bien tus manos con agua y con jabón antes de tocar al bebé para evitar infecciones y enfermedades.
Evita mantener el contacto con personas enfermas. Las defensas de tu pequeño por ahora están bajas así que la mejor medida es evitar la exposición a virus y bacterias.
El ambiente es importante
Mantén un AMBIENTE VENTILADO en la casa. Esto incluye regular la temperatura evitando el calor excesivo. También debes mantener los espacios limpios ya que el polvo y humo pueden afectar la salud de tu bebé. Asimismo, es aconsejable evitar los ruidos que puedan alterar al bebé.
Los bebés son más sensibles a la luz, por eso evita las fotografías con flash.También debes evitar el uso constante de móviles o aparatos eléctrónicos en su presencia.
Lactancia
En esta etapa seguramente se te complica alimentar a tu bebé. No te aflijas si el pequeño aún no come con facilidad. Sigue las instrucciones que te brindaron en el hospital. Ayuda al bebé a acomodar el pezón en su boca para no dificultar su respiración.
Debes alimentarlo, aproximadamente, unas 8 veces al día a libre demanda sin dejar pasar intervalos mayores de 4 horas entre cada toma. Al inicio puede que no produzcas leche, pero entre más succione el bebé y se vacíe el pecho, más leche se producirá.
La leche materna: rica en nutrientes
Es importante que le des el pecho al bebé desde que nace. La primera leche materna que sale, conocida como calostro, es más consistente que la que se producirá después.
Esta leche es rica en proteínas y anticuerpos que protegerán al bebé de las enfermedades y le permitirá nutrirse mucho mejor. No debes olvidar limpiar los pechos una vez al día con agua y jabón neutro, es importante para evitar enfermedades del bebé por vía oral.
Asimismo, es probable que en los primeros días de LACTANCIA sientas dolor o inflamación en los pechos. No te asustes. Esto sucede debido al incremento en la producción de leche.
A pesar del malestar, es necesario seguir alimentando al bebé, vaciar ambos pechos y consultar al médico para que te recomiende algún remedio o medicamento.
El llanto
Al inicio, este es uno de los indicadores de los bebés que más asustan y estresan a los padres. Y no es extraño puesto que apenas se aprende a identificar el tipo de llanto y el motivo en el pequeño.
Debes saber que es muy probable que escuches llorar constantemente a tu bebé durante los primeros días. Pero tranquilízate: los bebés expresan sus necesidades de esta manera.
Revisa si tiene hambre, si debes cambiar el pañal, si tiene sueño, frío o calor. Verás que poco a poco lo conocerás y aprenderás a detectar sus necesidades y satisfacerlas.
La temperatura
Aunque los bebés tienen la misma temperatura corporal que los adultos, los pequeños son más sensibles. Al inicio es un poco difícil saber si tiene frío o calor.
Puedes comprobar esto al tocar las manos o pies del bebé. Si sus manos o pies están frías necesitas abrigarlo. Sin embargo, es recomendable no abrigarlo en exceso. En estas ocasiones es muy útil hacerle caso al sentido común o, en dado caso, al pediatra.
El baño
En algunos países se baña a los bebés desde que nacen. Sin embargo, en otras culturas se espera hasta que el cordón umbilical caiga y el ombligo esté seco o esperar al menos una semana. Por eso, independientemente de lo que decidas, te compartimos los cuidados en los primeros meses del bebé con relación al baño.
Baño de esponja
En caso de que optes por esperar, puedes limpiarlo con un BAÑO de esponja dos o tres veces por semana. Solo tienes que humedecer una toalla o esponja en agua tibia con jabón neutro (exclusivo del bebé).
Empieza desde las zonas más limpias (ojos), hasta las más sucias (zona del pañal). Para enjuagarlo, tomas nuevamente la toalla con agua tibia limpia y retirar los restos de jabón de su cuerpo.
Baño de inmersión
En caso de elegir el baño por inmersión, puedes utilizar un jabón neutro exclusivo para el bebé (en los siguientes meses podrás usar shampoo), una esponja, vaso para el agua y una toalla.
No es necesario bañarlo a diario. De hecho, es mejor esperar unos dos o tres días para preservar la acidez y grasa natural que protege la piel del bebé, ya que es muy delicada.
Evita el uso de la perilla para limpiar la nariz. En lugar de eso, aplica 2 o 3 gotas de agua hervida para que el moco se afloje y salga con un estornudo. En el caso de los oídos, no introduzcas hisopos. Opta por usar un segmento de una toalla húmeda y limpia externamente.
Asimismo, la temperatura del ambiente debe ser agradable, y el agua tiene que estar entre 35 y 37ºC. Es importante no dejar solo al bebé en ningún momento.Por eso, procura tener listo tu equipo de baño para evitar distracciones.
La ropa del bebé
Es recomendable utilizar prendas hechas totalmente de algodón evitando las telas con fibras sintéticas. Para su lavado, opta por jabón especial o neutro y enjuaga muy bien para retirar todos los restos del mismo. De preferencia, lava la ropa del bebé por separado.
Conclusiones
Como ves, los cuidados en los primeros meses del bebé son muy particulares. De hecho, no se abarcaron todos los puntos en este artículo de manera detallada. No obstante, la limpieza es esencial, tanto en la madre como en el pequeño. De esta manera evitaremos que el bebé se enferme o su piel se irrite.
Conforme el bebé siga creciendo y desarrollándose, las medidas de higiene cambiarán poco a poco y los cuidados también. Sin embargo, debes tener paciencia. Verás que un bebé sano es la mejor recompensa por tu esfuerzo.
Si ya eres una mamá con experiencia, ¿qué otros consejos y cuidados en los primeros meses del bebé recomendarías?.
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